El futuro de la Navidad

¿Dejará de tener su sentido religioso?


22/12/2021 16:14 · Per Marina Giménez Costa

Planta Navideña


La Navidad es una de las fiestas más populares y celebradas por gran parte de la población mundial. De origen religioso en un principio era una celebridad cristiana por el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre. Pero con la popularidad de figuras como Santa Claus y sus apariciones en los anuncios de Coca Cola se convirtió en una festividad de carácter menos religioso y, por tanto, la festejan más personas que únicamente los cristianos. Al ser una celebración tan famosa su sentido cambia según las décadas y las culturas que la acogen.

 

Para conocer el futuro de la festividad hay que retornar a sus orígenes, los cuales provienen de las fiestas romanas, los Saturnales. Eran unas fiestas celebradas en honor al dios Saturno que simbolizaba la agricultura. Tenían lugar entre el 13 y 23 de diciembre donde transcurría el solsticio de invierno, es decir el día más corto del año. En esas fechas terminaba el periodo de cosechas y se les daban vacaciones a los esclavos y trabajadores del campo para poder visitar a su familia. Acostumbraban a hacer regalos entre los familiares y era una época donde los esclavos gozaban de libertad. El mismo día de navidad, el 25 de diciembre acostumbraban a celebrar la Natalis Solis Invicti o nacimiento del dios Apolo. No fue hasta el año 320-350 cuando el Papa Julio I en un intento de convertir a los paganos al cristianismo fijó la Navidad el 25 de diciembre. Aunque no sería hasta el 529 el emperador romano Justiniano la declara oficialmente festividad del imperio. Al igual que muchas tradiciones paganas la llegada del cristianismo más que intentar imponer las suyas propias supo transformarlas en religiosas.

 

Desde aquel entonces la Navidad supuso un momento de unión entre los cristianos y se conmemoró el nacimiento del niño Jesús el 25 de diciembre. Pero incluso en el cristianismo hay diferentes tradiciones, ya que existen diferentes formas de ver esa fe; el ortodoxo, el anglicismo, los protestantes o el catolicismo. Por lo que va a ser diferente celebrar la Navidad según la iglesia. Un ejemplo de ello son las tradiciones que se han añadido, en Europa del norte es originario el típico árbol navideño. El origen de este símbolo navideño proviene también de una tradición pagana: el Yule. El Yule es la festividad nórdica pagana por el solsticio de invierno tiene relación con la mitología germana y tenía una duración de 12 días. En esa celebración se introducía un árbol en el interior de la casa que simbolizaba el fresno de los nueve mundos, su universo. Esa festividad con la llegada de los primeros cristianos al norte de Europa la cristianizaron como hicieron con la Saturnalia y cambiaron el significado. Con la extensión del cristianismo y sus tradiciones el continente americano asimilo la Navidad aunque con rasgos diferentes según si es América del Norte, con raíces anglosajonas y protestantes, o América del Sur, de origen católico.

En América del Sur al haber heredado tradiciones españolas o portuguesas son de religión católica la gran mayoría aunque también destaca el evangelismo.

Concretamente en Bolivia, Yatzari explica que las tradiciones españolas se mezclan con las propias del país. Según ella todo gira alrededor de la figura de los niños como símbolo del nacimiento del niño Jesús. Cada familia tiene la figura de un niño por localidad donde las personas participan y aportan algo para el niño como ropa rota según el año por las familias. Cada año celebran la fiesta que consiste en comprar dulces y hacer una chocolatada. También son muy típicos los buñuelos y se les da a los niños cuando bailan y viceversa. Es muy habitual bailarle al niño, es el baile originario de chuntunqui. Las personas para animar aplauden al baile y en base a lo que se va animando se les da castañas, collejas, a los que no aplauden. En los pueblos como Yotala, Tarabuco lo celebran de distinta forma cada casa está con las puertas abiertas y todas las personas pueden entrar a la casa a tomar un chocolate con los dueños. El chocolate tiene gran importancia, ella recuerda que de pequeña su madre le compraba un chocolate típico de Chuquisaca y eso se iba repartiendo.

Al igual que en España también se monta un pesebre donde la figura del niño Jesús está rodeada de pino, ya que el árbol de Navidad no es común, es más común adornar una caseta con árboles de pino. El 23 la gente vuelve del pueblo y traen cortados árboles de pinos y hay una avenida de Sucre donde la gente suele venderlos. En su país días previos a la Navidad se realizan ferias donde hay bailes para el niño y compiten entre diferentes localidades, son bailes típicos y distintos de cada región: Sucre, Tarabuco, Yotala, Presto, Icla, Tomina, Padilla, Villa Serrano o Yamparáez. No solo los bailes son distintos, los trajes también lo son: El Tarabuco o el Aguayo. A veces el 24 no pueden venir los familiares por el trabajo, así que el 25 de diciembre se comparte un poco más la tradición Picana de Navidad, un plato típico de su país, una mezcla entre sopa y caldo. Para reyes uno se despide del niño y lo despiden con banda se van pasando con bandas musicales y hacen una ruta con el niño para que la gente vaya detrás bailando.

 

Ella percibe la Navidad como “una fiesta religiosa, mi país es muy devoto” y no cree que desaparezca esa del niño al que le hacen promesas. Al mismo tiempo es un momento que se da para reunirse con la familia. Piensa que nunca va a dejar de ser una fiesta religiosa: “Es algo que llevaron los españoles a mi país y ellos lo fueron adaptando a sus formas y creencias. En mi país al menos sería raro que cambie, ellos son muy tradicionales y autóctonos, pasa de generación a generación. Eso sí, cada generación innova en cosas, es algo como que lo adaptan a la época, antes no se ponían árboles de Navidad, pero lo que representa es algo que no se cambia. Estas fiestas están muy unidas a la fe y dudo mucho que eso cambie.” Concluye.

 

En República Dominicana Cristina explica que en su casa la Navidad es un momento de reunirse con la familia el 24 y 31 de diciembre y el 6 de enero para comer. Cristina destaca que los villancicos son muy populares en su país y que aunque su región sea muy religiosa en su familia más bien la festividad es una buena excusa para reunirse en familia. “Sí que creo que en muchos países la Navidad con el paso de los años puede convertirse en una excusa para reunirse o en el caso de la gente más joven de salir de fiesta, pero personalmente en República Dominicana que es un país muy religioso no creo que las tradiciones se pierdan” narra. Para ella lo más bonito de la Navidad es compartir momentos y que pasen los años y sigan siendo las mismas personas en la mesa.

 

En Perú, Cielo comenta que para ella la Navidad es una festividad donde las tradiciones están siempre presentes. Destaca que los fuegos artificiales y petardos son algo muy típico de su país. Al igual que en Bolivia existe campeonato de bailes regionales de las diferentes localidades. Cielo considera que para ella la Navidad es una mezcla entre religiosidad y celebración: “una excusa para poder salir de fiesta y a la vez compartir momentos con tu familia, creo que así es como será el futuro de la Navidad”.

 

En España, Carles piensa que “La Navidad en muchos casos ya no se considera una fiesta religiosa, en Carnaval es lo contrario no es religioso, yo creo que es complicado yo diría que la Navidad se va a celebrar igual y a lo mejor el componente religioso se pierde, pero ahora ya componente religioso hay muy poco.” Sin embargo reconoce que son unas fiestas que le gustan para poder compartir tiempo con su familia y que aún siguen siendo igual de especiales que cuando era un niño.


La Navidad según el país de origen, religión y cultura tiene diferentes tradiciones, pero en el fondo es un momento de compartir con la familia y celebrar de formas distintas que nos une. Algunos más por religión y otros por herencia siguen percibiendo las fechas como una época especial. Como se ha podido ver las fiestas que tienen gran influencia en la población se transforman y adaptan a los tiempos; desde la Saturnalia, el Yule o el culto al solsticio de invierno. Por lo que está claro que la Navidad no desaparecerá, pero puede cambiar el nombre y la religiosidad en ella.



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